“¿Solamente te vas a poner eso?”, preguntaba Elena al verme en el pasillo con unos pantalones un jersey amarillo y una americana. “Tranquila” respondo “no pienso irme así”.
Realmente debajo de los pantalones de pana llevaba unas medias gruesas y unos calcetines, y debajo del jersey, dos camisetas, una interior de tirantes y otra de manga corta. Pero todo lo que ahora nos pongamos es poco.
Me pongo mis botas, mi bufanda, mi abrigo, los guantes y a la calle. ¿La máxima de hoy? 2º y la mínima: –3º… pero ¿Quién dijo frío?.
Este fin de semana hemos tenido una invitada llegada desde cálidas tierras murcianas, Carmen, una buena amiga de Elena y por ello no debíamos temer al frío y, como el aventurado Ulises se enfrentó al cíclope entre otras tantas adversidades, enfrentarnos a él. Temprano enemigo.
Pero todo ello se hace más llevadero cuando salimos de la estación de metro de Rihour y nos encontramos con la mismísima Navidad ante nosotras. “Ya es Navidad en El Cort …(ejem, ejem) no no, en Lille” Respiramos profundamente y nos colmamos de aromas a Beignets de manzana, chocolate, crema,… Crustillons recién hechos con una capa de azúcar y chocolate, para los más golosos,… Nutella que cubre Crêpes y Gauffres… vin chaud que calienta y “alegra” a la par.
La Grand Place se viste de gala y al ritmo de villancicos franceses e ingleses gira la noria que pasea a aquellos más atrevidos que no temen al frío como nosotras (y tampoco a las alturas).
Nos tomamos un vin chaud y parece que, poco a poco, entramos en calor… tras derramarlo seguidas veces en mi guante derecho, conseguí calentar mi mano… entonces un aire navideño nos invadía haciéndonos bailar, brincar y cantar al son de la música que nos envolvía.
Éramos como niños.
A ratos recordábamos que teníamos manos pero que hace tiempo no sabíamos nada de ellas, no las sentíamos.
Pero la decoración, las luces, los olores y sabores, la multitud, la música, el ambiente… nos hacía ensimismarnos, mezclarnos y envolvernos de una calidez tierna e infantil que nos acogía en feliz, feliz espíritu navideño…Paseando por las calles del viejo Lille, recuerdo una imagen en blanco y negro con aquella musiquilla que se usaba para cierto anuncio de lotería…
Dime tu si esto no es Navidad, ¿Qué es?
“Tía no siento las manos”
¿Quién dijo frío?… ¡¡Nosotras!!
Bien sur que hace frío!!!!
Jooo, quiero ir al marché de Noël!!!!