Al salir de clase una fina lluvia lo empapaba todo, no era la mejor idea coger el camino largo, pero yo lo he hecho.
Las gotitas de agua casi invisibles iban bañando cada rincón del paisaje dotándolo de un brillo que ensimismaba al mirar. Esa humedad resaltaba los colores de cada elemento, creando un mayor contraste en el entorno. Los árboles caducos van tornando amarillos, luego naranjas, rojos y después comienzan a desnudar sus ramas dejando en el suelo una manta de hojas anaranjadas que apenas deja ver el verde del césped que cubre. Las casitas, todas ellas pequeñas, con el techo más bajo, más alto, más grande o más pequeño, con fachada de ladrillo o de pintura… observaban a su paso los transeúntes que inquietos y apresurados apenas se paraban a observar el espectáculo de colores que se deja ver por esta época del año.
Pocos, muy pocos eran los que observaban y querían plasmar cada una de las imágenes que veían. Todo acompañaba… la luz grisácea del cielo nublado, la fina lluvia, los colores vivos, intensos, fulgurantes con contrastes entre verde, amarillo, naranja, rojo… los paraguas que pasaban inadvertidos, y que inadvertidos iban los que los llevaban… las chaquetas y las bufandas que cada vez comienzan a verse con más frecuencia. La calidez con la que ese espectáculo natural te acogía, te dejaba mirar... ver las pequeñas flores con fuertes colores y aspecto débil pero resistentes como cualquiera de los árboles a los que acompaña… El viento que soplaba plácidamente pero sin pausa y a su paso arrastraba las hojas que caían, que caían dejándose mecer, dando varias vueltas hasta acabar en el suelo con las demás, tapando otro resquicio de verde hierba… también agitaba el viento la bandera, esa bandera puesta en honor a aquellos que ya no pasean por las calles pero si por el recuerdo, la agitaba a ella y a las flores que la rodeaban y cumplían la misma función.
La hojas, el viento, la débil lluvia, los colores anaranjados, los árboles desnudos… la naturaleza nos está contando que llora la marcha de Perséfone.
La naturaleza nos muestra que ya está muy entrado el otoño.
Hoy al salir de clase una fina lluvia lo empapaba todo, no era la mejor idea coger el camino largo, pero yo lo he hecho. He ido observando cada detalle de los que he descrito desde el cálido asiento de un autobús. Porque los pequeños placeres son los que se encuentran cuando uno se relaja y se deja llevar…
El texto me a parecido muy creativo y poético, cuando comentas los colores, puedes esforzarte más en buscar un nombre sofisticado para los ellos, así perecerá más una novela romántica.
Fdo:Toi Mme